jueves, 26 de marzo de 2009

La Guitarra - Federico Garcia Lorca

Empieza el llanto
de la guitarra.
Se rompen
las copas
de la madrugada.
Empieza el llanto
de la guitarra.
Es inútil callarla.
Es imposible callarla.
Llora monótona
como llora el agua,
como llora el viento
sobre la nevada.
Es imposible callarla.
Llora por cosas lejanas.
Arena del Sur caliente
que pide camelias blancas.
Llora flecha
sin blanco,
la tarde
sin mañana,
y el primer pájaro muerto
sobre la rama.
¡Oh, guitarra!
Corazón malherido
por cinco espadas.

La guitarra
Federico Garcia Lorca
//

lunes, 16 de marzo de 2009

Pegue la estampilla..... Julio Cortazar



Pegue la estampilla en el ángulo superior del sobre

Un fama y un cronopio son muy amigos y van juntos al correo a despachar unas cartas a sus esposas que viajan por Noruega gracias a la diligencia de Thos. Cook & Son. El fama pega sus estampillas con prolijidad, dándoles golpecitos para que se fijen bien, pero el cronopio lanza un grito terrible sobresaltando a los empleados, y con inmensa cólera declara que las imágenes de los sellos son repugnantes de mal gusto y que jamás podrán obligarlo a prostituir sus cartas de amor conyugal con semejantes tristezas. El fama se siente muy incómodo porque ya ha pegado sus estampillas, pero como es muy amigo del cronopio, quisiera solidarizarse y aventura que en efecto la vista de la estampilla de veinte centavos es más bien vulgar y repetida, pero que la de un peso tiene un color borra de vino sentador. Nada de esto calma al cronopio, que agita su carta y apostrofa a los empleados que lo contemplan estupefactos. Acude el jefe de correos, y apenas veinte segundos más tarde el cronopio está en la calle, con la carta en la mano y una gran pesadumbre. El fama, que furtivamente ha puesto la suya en el buzón, acude a consolarlo y le dice:-Por suerte nuestras esposas viajan juntas, y en mi carta anuncié que estabas bien, de modo que tu señora se enterará por la mía.
Julio Cortazar
Historias de cronopios y de famas

viernes, 13 de marzo de 2009

Desayuno - Jaques Prévert

Esta poesía la susurrabamos junto a Margarita Fernandez Labollita, la profe de francés, cuando a los 17 años soñabamos con el amor.

Echó café
en la taza.Echó leche
en la taza de café.
Echó azúcar
en el café con leche.
Con la cucharilla
lo revolvió.
Bebió el café con leche.
Dejó la taza
sin hablarme.
Encendió un cigarrillo.
Hizo anillos de humo.
Volcó la ceniza
en el cenicero
sin hablarme.
Sin mirarme
se puso de pie.
Se puso el sombrero.
Se puso el impermeable
porque llovía.
se marchóbajo la lluvia.
Sin decir palabra.
Sin mirarme.
Y me cubríla cara
con las manos.
Y lloré.

Jaques Prévert

martes, 10 de marzo de 2009

Garúa - Roberto Goyeneche


Que noche llena de hastio y de frio,
el viento trae un extraño lamento,
parece un pozo de sombras la noche,
y yo en las sombras camino muy lento
Mientras tanto la garua se acentua con sus puas,
en mi corazón.
En esta noche tan fria y tan mia
pensando siempre en lo mismo me abismo
y aunque yo quiera arrancarla,desecharla y olvidarla
la recuerdo mas...
Garua!....solo y triste por la acera
va este corazón transido
con tristeza de tapera
sintiendo...tu hielo porque aquella con su olvido
hoy le ha abierto una gotera
Perdido!..como un duende que en la sombra
mas la busca y más la nombra
Garua...tristeza
hasta el cielo se ha puesto a llorar!....
Que noche llena de hastio y de frio
no se ve a nadie cruzar por la esquina
sobre la calle la hilera de focos,
lustra el asfalto con luz mortecina
Y yo voy como un descarte,
siempre solo siempre aparte, recordandote...
Las gotas caen en el charco de mi alma
hasta los huesos calados y helado..
Y humillando este tormento
todavia pasa el viento...empujandome!......
Que noche llena de hastio y de frio,
el viento trae un extraño lamento,
parece un pozo de sombras la noche,
y yo en las sombras camino muy lento
Mientras tanto la garua se acentua con sus puas,
en mi corazón.
En esta noche tan fria y tan mia
pensando siempre en lo mismo me abismo
y aunque yo quiera arrancarla,
desecharla y olvidarlala recuerdo mas...
Garúa!....solo y triste por la acera
va este corazón transido con tristeza de tapera
sintiendo...tu hielo porque aquella con su olvido
hoy le ha abierto una gotera
Perdido!..como un duende que en la sombra
mas la busca y más la nombra
Garúa...tristezahasta el cielo se ha puesto a llorar!....
Roberto Goyeneche

lunes, 2 de marzo de 2009

Pablo Neruda - Poema 5




Para que tú me oigas
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas.

Collar, cascabel ebrio
para tus manos suaves como las uvas.

Y las miro lejanas mis palabras.
Más que mías son tuyas.
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.

Ellas trepan así por las paredes húmedas.
Eres tú la culpable de este juego sangriento.

Ellas están huyendo de mi guarida oscura.
Todo lo llenas tú, todo lo llenas.

Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,
y están acostumbradas más que tú a mi tristeza.

Ahora quiero que digan lo que quiero decirte
para que tú las oigas como quiero que me oigas.

El viento de la angustia aún las suele arrastrar.
Huracanes de sueños aún a veces las tumban.

Escuchas otras voces en mi voz dolorida.
Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.
Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme.
Sígueme, compañera, en esa ola de angustia.

Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.

Voy haciendo de todas un collar infinito
para tus blancas manos, suaves como las uvas.


Pablo Neruda
Veinte poemas de amor y una canción desesperada