domingo, 25 de enero de 2009

Ocaso

Ocaso. Trataba de no preguntar nada. No deseaba saber. Se redimía, en recuerdos de antes, de perfumes frescos, de ramas con brotes, de armonía, de caos resurgente, de piel suave y con hambre.
Para que agrandar conocimientos. Esperar, esperan los pacientes. Prefería galopar y no la espera. Prefería no seguir así en un hueco, donde fue trasladada por incauta. Prefería no mirarse en un espejo. Deambular con la cabeza loca, y de loca llegar a la cordura y de cuerda desear cada segundo que los árboles la bañen con sus hojas y en los árboles vestirse de colores y en colores, simplemente, acurrucarse, y en intentos de fragancias tenues, dulcificar las codicias de un ocaso.

Una mujer

12 comentarios:

  1. vagabundeando vi una puerta entreabirta y me asome a espiar.... sigilosa, cauta... en el ocaso...

    siento un perfume femenino, sensualidad galopante, nostalgias, mareos.... siento que aqui me quedo por largo tiempo..

    besos calidos de admiracion.
    Lilya

    ResponderEliminar
  2. Realmente auspicioso tu nuevo portal y el post inaugural, amiguísima Ade, me alegro porque te siento activa como nunca. Nos conocemos verdad?, los digo para que tomes este halago como verdadero y sin careta.

    ResponderEliminar
  3. Yo adhiero por amor a todo lo que empieza (el año, el día, la estación, el tiempo). De no conocer tu talento seguramentre me hubiera inquietado el título del blog, tan de genero. Pero te seguiré a toda vela, mi Nereida, porque vos, mujer, sos toda una garantía de alto vuelo.
    Un abrazo, felicitaciones, juerza m'hija y éxito!!!

    Besos
    REL

    ResponderEliminar
  4. Un verdadero placer leerte, me tendras como lector.
    No nos olvidemos que el ocaso es uno de los momentos mas maravillosos del dia, porque no de la vida también?.

    Un abrazop desde MG

    ResponderEliminar
  5. No olvidemos que el ocaso es uno de los momentos mas hermosos del día, porque no va a serlo de la vida también.
    Hermoso post.

    Un abrazo desde MG

    ResponderEliminar
  6. La penumbra arropa... Pero solo por un tiempo.

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  7. Hola Ade, estos ocasos son tristes, el final de una vida, el final de la propia historia.
    Lo describiste perfecto.
    Besos

    ResponderEliminar
  8. Bonito blog Ade, me gusta este formato que has escogido. Te deseo suerte, un abrazo
    mj

    ResponderEliminar
  9. :) gracias por el comentario.

    Tu forma de escribir me gusta, tiene un estilo muy particular.

    un saludo!

    ResponderEliminar
  10. Hermoso.
    Te sigo en tu nuevo blog, entonces, para disfrutar de tus versos.
    Un beso grande.

    ResponderEliminar
  11. bueno, aquí pego pues. Te marco de cerca entonces. Un saludo!
    Si la mujer es un ocaso, que es el hombre??
    jajajaja

    ResponderEliminar